María Eugenia Baptista Zacarías: Verdades y mitos sobre la salud cardíaca

Las enfermedades del corazón constituyen una de las principales razones de muerte en el mundo.

Específicamente, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las patologías asociadas al corazón son las responsables directas de más de 17 millones de decesos en el planeta cada año.

Factores tan comunes como la obesidad, el tabaquismo y el sedentarismo hacen que la salud de este órgano esencial se vea comprometida, afectando significativamente nuestra calidad de vida.

Ahora bien, al igual que ocurre con otras enfermedades, con el pasar de los años se han extendido diversos mitos en torno a esta afección y cómo prevenirla. Por ello, a continuación, te explico cuáles de ellos son ciertos o falsos. Toma nota:

  • ¿Solo afectan a las personas mayores? Si bien la edad es un factor de riesgo importante para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio, la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca, este tipo de patologías también pueden presentarse en cualquier etapa de la vida. De allí la importancia de mantener hábitos saludables desde jóvenes, para disminuir el peligro de sufrir estas enfermedades con el pasar de los años.
  • ¿Tienen mayor incidencia en los hombres que en las mujeres? Diversos estudios han demostrado que las afecciones cardiacas son más comunes en los hombres, debido a que los niveles de estrógenos ayudan a que las mujeres estén menos expuestas a padecer estas afecciones durante la juventud y la vida adulta. Sin embargo, en las personas de la tercera edad la incidencia se iguala, como resultado del déficit estrogénico que padecen las mujeres con la menopausia.
  • ¿No puedo tener hipertensión arterial si no tengo síntomas? Lejos de lo que se pueda creer, la hipertensión puede estar presente en nuestro organismo sin mayores señales. Esta enfermedad es considerada un asesino silencioso, puesto que aparece de forma progresiva en el organismo y, en la medida que se instaura, el cuerpo trata de adaptarse al cambio, lo que hace que en muchos casos no se experimente ningún síntoma sospechoso.

Es por ello que la mayoría de los casos son diagnosticados en etapas avanzadas, de allí que es imprescindible que tanto jóvenes como adultos se sometan a chequeos de manera periódica.

  • ¿No puede haber infarto sin dolor de pecho? Los infartos no siempre se manifiestan de la misma forma en todas las personas. Aunque lo común es el dolor penetrante en el pecho, en algunos pacientes, especialmente en las mujeres, se puede registrar de forma sutil con síntomas como dolor en la espalda, el cuello o en los brazos.
  • ¿Los sustos y emociones fuertes pueden causar un infarto? Por muy exagerado que pueda parecer, las molestias, crisis de ansiedad, sustos y emociones muy fuertes pueden desembocar en un infarto en personas susceptibles. Esto se debe a que cuando estamos ante este tipo de situaciones aumentan las cifras tensionales y las demandas por parte del organismo, lo que incrementa la exigencia cardíaca y reduce la oxigenación del corazón.
  • ¿No se puede hacer ejercicio después de un ataque cardíaco? Esto es totalmente falso, pues las investigaciones han demostrado que la actividad física es clave para la rehabilitación de los pacientes cardiópatas. Especialmente se recomiendan ejercicios aeróbicos de baja intensidad, como caminar o trotar.


Con información tomada de: Mejor con Salud

Fotos cortesía de: Fundación del CorazónAndina y Visual Point